something in between...

El día que te conocí, no te ví entre la multitud.

El día que te hablé, fué todo forzado y tenso.

Después de eso desapareciste, no pasabas por un buen momento, no querías multitudes y yo, no era una opción en los petitte comité.

Un día diste tregua a tu mente y te sentaste junto a mí.

Ese día, aún con más testigos, intercambiamos direcciones de blogs.

Tu blog, público e informativo. El mio, priavado y personal.

Es curioso cómo un blog puede acercar tanto a las personas. Tras ese día los privados se acumulaban en mi bandeja de entrada, conocías en cuestión de dias mi vida, mis disparates, mis absurdeces, las escentricidades y motivaciones que impulsaban mis reacciones. Yo sabía de tí, de tu pasado, de la forma en que peleas contracorriente, de la delicadeza y profundidad con la que ves la vida. 

Hasta ese momento, mi vida real e irreal habían estado separadas, sólo 3 personas clave habían trastapado la linea, pero esa noche, en esa cena, quisé que fueras la 4º; qué pena que los testigos se sintieran invitados, pero cómo evitarlo, un testigo era R, uno de tus mejores amigos y una de las víctimas de mi El. R sería la 1º de muchas cosas que se colaron entre nosotros. El, un cargador dispuesto a impedir que R desistiera y se llevara con él esa gran barrera. No lo hizo siendo consciente, no lo hizo a mala fé, pero lo hizo; El eligió para su juego a uno con quién yo no quería jugar. 

Se lo dije, se lo explique, le hice un croquis completo y a colores... no valió para nada, día a día insuflaba nuevas esperanzas en R, explicaba mis gentos más banales como grandes muestras de afecto. Yo no lo sabía y no sabía cómo con el tiempo,  esa ilusión simulada se convertiría en una barrera que querría romper.

Aquel primer día no te quise ver, no te quise hablar, no había un  "alguien" en esa multitud. 

Hoy día no te puedo ver, no te puedo hablar... pero te siento, te escribo y te sueño. 

Chico de mis Sueños...